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Reseña de Lunes de Revolución: literatura y cultura en los primeros años de la revolución cubana, de William Luis.
Introducción
El texto de Luis reseña críticamente el proceso cultural cubano ordenado alrededor de las revistas que lo caracterizan, específicamente, del caso de Lunes de revolución. Las revistas, clasificadas en grupos son: en la primera mitad del siglo, Revista de avance (1927-1930), Carteles (1919-1959) y Social (1916-1938). A mediados de siglo, la hermética Orígenes (1944-1956) de José Lezama Lima; la escisión de la anterior, Ciclón (1955-1959), de José Rodríguez Feo y Virgilio Piñera, de contenido más social y político; y Tiempo nuevo (1954-1959), de Guillermo Cabrera Infante y Carlos Franqui, revista de la conciencia política del artista. Con el triunfo de la revolución cubana, aparecen varias revistas, entre las que destaca Lunes de revolución (1959-1961), suplemento literario del periódico Revolución.
Líneas política y cultural
Dirigida por Cabrera Infante y Pablo Armando Fernández, y a diferencia de las otras revistas de la época, Lunes no promovió una filosofía ni a un grupo homogéneo de escritores y artistas, sino que amalgamó a artistas e intelectuales de diversas generaciones y de tendencias como el psicoanálisis, el materialismo histórico o el existencialismo. Ella y el Movimiento 26 de julio representan la modernidad y la ruptura con el pasado prerrevolucionario. Por el tiraje, que alcanzó hasta doscientos cincuenta mil ejemplares, habría sido el suplemento literario hispanoamaricano más importante del siglo XX.
La revista tenía una línea antiimperialista y nacionalista y fue el motor de la literatura cubana incluso antes del surgimiento de la revista de Casa de las Américas. Su influencia llegó a la televisión (Canal 2 y 4, programas culturales, transmisión de teatro, documentales como P.M., etc), la música (Sonido Erre) y la Editorial Erre. Su posición mlitante se reafirmó cuando los escritores fueron a las trincheras durante el desembarco de Playa Girón (1961) y durante la crisis de los misiles. Pese a ello, hubo desacuerdos que prefigurarían otros más grandes que vendrían luego.
Rebelión contra los mayores
Su ruptura con el pasado les llevó a criticar a Lezama Lima y la revista Orígenes, que con el gusto por los simbolistas franceses y los clásicos hispanos parecían lejos del realismo socialista y el compromiso con la revolución. En opinión de Luis, esto se comprendería como “manifestación de una generación joven en crecimiento, es decir, como una reacción a la ansiedad de influencia de un grupo más antiguo y reconocido” (31). Creo que además pudo haber algo del sectarismo que ha caracterizado a los grupos políticos en el siglo XX y que, por la misma juventud de la revista, no había sido puesto en evidencia todavía. Sin embargo, sin leer la revista y sin conocer más sus circunstancias, no podría asegurarlo.
La revista, apoyada por Franqui y Revolución, desapareció cuando los desacuerdos alrededor de su línea editorial se tornaron inmanejables. Y es que, pese a su militancia, la revista no era lo suficientemente radical en comparación con el resto de organizaciones culturales cubanas y admitía textos y opiniones heterodoxas. Incidentes como el del documental P.M. de Sabá Cabrera Infante (1961) llevaron a enfrentamientos con la Dirección de Cultura y el Instituto Cubano de Artes e Industrias Cinematográficos. Esta discrepancia política también lo era estética pues enfrentó a los partidarios del neorrealismo con los del cine libre inglés y el cinema verité francés.
Rusificación de Cuba y fin de la revista
La necesidad del gobierno cubano de conseguir el apoyo de la U.R.S.S. le llevó a asociarse con el Partido Comunista de Cuba y, por tanto, a endurecer la base ideológica de la revolución. Los rebeldes que apoyaron la revolución desde el inicio fueron sacrificados por el ajedrez político y obligados a afiliarse al marxismo leninismo o al exilio. A pesar de la probada lealtad revolucionaria de sus miembros, la revista Lunes de revolución desapareció en 1961 y con ella, la libertad del artista que busca sistemas expresivos nuevos y que rechaza la imposición de temas o estéticas.
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